Insoportable como Luis Suárez, pero utilizando herramientas diferentes, Egidio Arévalo Ríos volvió a demostrar su enorme valor para el sistema celeste ideado por Óscar Washington Tabárez, completando una Copa América a la par del campeón: yendo de menos a más hasta consagrarse en el partido final.
El "Cacha" parece vivir para los grandes momentos. Lo demostró en Peñarol y, si es posible, ha encontrado otro cambio que parecía reservado para cuando le tocara vestir la gloriosa camiseta celeste.
En Núñez el volante fue una pesadilla vuelta realidad para volantes y mediocampistas paraguayos. Nada podían intentar construir en tranquilidad con la omnipresente marca del jugador uruguayo.
Diez cortes de balón sumó Arévalo Ríos según las estadísticas oficiales de la Conmebol, cuatro más que los mejores paraguayos y el doble que cualquier otro uruguayo. Su eficiencia alivianó el trabajo de sus compañeros.
Ayer, además, el "Cacha" tuvo uno de sus partidos más precisos con la pelota en los pies, por lo que, combinándolo con sus cortes de balón, tampoco sorprende que haya sido el jugador con más entregas correctas del equipo: 23, contra solamente 9 malas. La mayoría de sus pases fueron agresivos, buscando lastimar la última zona rival.
Ninguna jugada ejemplifica mejor esta combinación de números que el segundo tanto celeste, cuando Arévalo Ríos anticipó la salida paraguaya robándole la pelota a Néstor Ortigoza a metros del área. Con tiempo y espacio, muchos otros jugadores habrían optado por rematar a distancia, pero el volante tomó una decisión superior: tocar a su izquierda donde se encontraba desmarcado Diego Forlán. El goleador lo hizo quedar bien marcando el segundo tanto.
Ésa no sería la última jugada vistosa del sanducero en el partido. El volante, que ya estaba teniendo un partido completo, se envalentonó con la asistencia y ganó metros en la cancha, asfixiando aún más los limitados circuitos futbolísticos del rival.
Las señales habían aparecido antes, como en la final de cuartos ante Argentina o en el peligroso choque con Perú.
Ayer, por eficiencia y despliegue, volvió definitivamente el Arévalo Ríos de Sudáfrica, un "todoterreno" que sumó su mejor fútbol a esa interminable entrega que lo lleva a marcar a tres rivales en la misma jugada o a luchar por una pelota aérea a la que prácticamente no tiene posibilidades de alcanzar.
No todos pueden ser estrellas, pero en el sistema del maestro el "Cacha" es eso y mucho más: un campeón.
Volvió el "Cacha" de Sudáfrica 2010 y los paraguayos lo sufrieron toda la final.
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