Dentro de aquella gran historia de Uruguay en el Mundial de Sudáfrica, había una historia particular. Egidio Arévalo Ríos, muchacho de estatura tirando a baja y con un físico que no impresionaría en la calle pero si lo hace cuando puebla el círculo central, era el dueño del mediocampo y único integrante de esa selección que jugaba en la Liga de su país. El entonces jugador de Peñarol -que luego fue transferido al Botafogo de Brasil y continuará su carrera en México- fue uno de los pilares de la campaña que revolucionó a su país. Y ahora, a las puertas de un clásico rioplatense, habló de su respeto hacia Lionel Messi y Argentina pero estuvo lejos de mostrar miedo.
“Sabemos que va a ser un partido muy complicado, muy duro”, expresó Arévalo Ríos en el Estadio Unico Ciudad de La Plata, luego de la victoria de Uruguay que garantizó la clasificación ante México y el clásico rioplatense en cuartos.
Más allá de que la grandeza de la Celeste pide siempre más, admitió que fue un alivio asegurar el pase a la segunda ronda. “La clasificación era importante para nosotros”, subrayó. Remarcó que “México fue un rival duro, a pesar de tratarse de un sub 22”, y agregó: “Sabíamos que si queríamos seguir en carrera teníamos que ganar”. Como para que quedara claro que en ningún momento pasó por la cabeza del plantel un empate que hubiera dado la clasificación y también servido para evitar el prematuro choque con Argentina.
Ya enfocado absolutamente sobre el futuro rival, puntualizó: “Tenemos que estar tranquilos, descansar un poco y pensar ya en el partido que viene”. Es obligada la pregunta sobre Messi, a quien va a tener que prestarle atención especial durante el partido. “Es un jugador importante y por algo es el mejor del mundo. Tenemos que tener referencia y el que esté más cerca lo va a tomar”, explicó.
-¿Ya sacaron turno para darle alguna patadita?
-Noooo. No soy de pegar. (risas)
Y así se fue, con una sonrisa de esas que no se permite dentro del campo.
Clarin
GRANDE EL CACHA JAJAJA:)
ResponderEliminar