viernes, 3 de agosto de 2012

Arévalo Ríos: “Esto afecta; hay que sacárselo ya”

Lo miran con respeto, lo escuchan. Tiene voz de mando. Egidio Arévalo Ríos, uno de los líderes de la selección olímpica que se despidió en primera ronda del torneo de fútbol de Londres 2012, dijo que quiere aprender de la experiencia que vivieron pero entiende que es necesario que los jugadores de la mayor se quiten de encima los Juegos para mirar adelante los grandes objetivos que tiene la selección.

El paso de las horas permiten mirar todo desde otra dimensión.
Pero con el dolor que provoca no poder alcanzar los sueños que nos planteamos. Siempre sucede eso: el efecto inmediato a una situación como la que vivimos ayer (el miércoles) parece demoledor, devastador; sin embargo, cuando llegamos al hotel, ya mucho más tranquilos, nos juntamos los tres mayores (él, Suárez y Cavani) y estuvimos hablando entre los compañeros acerca de lo que había sido el campeonato, lo que nos dejó. 

¿Qué les dejó?
Que no empezamos bien, y las fallas quedaron en evidencia desde el primer partido. Sin embargo, conseguimos los tres puntos contra Emiratos. En los otros dos partidos sabíamos que si queríamos clasificar no podíamos cometer errores, pero, ¿qué sucedió?, descuidamos los primeros 15 minutos en el partido ante Senegal y nos convirtieron el gol que cambió el juego. Fue por esa razón que en el arranque ante Gran Bretaña intentamos estar más tranquilos, y les transmitimos eso a los más jóvenes, pero no fue suficiente. La eliminación nos golpeó duro porque queríamos pasar la serie.

Usted llegó a Londres con la expectativa de ganar una medalla, ¿eso lo esperaba a pesar de la escasa preparación que tuvo el equipo?
Sin dudas. Llegué aquí con el deseo de volver con la medalla de oro, a pesar de que nos habíamos preparado solo un mes y con dos partidos amistosos. Estábamos acostumbrados a que fuera así, porque nos sucedió que previo al Mundial y a la Copa América tuvimos el mismo tiempo de preparación. En esos casos la diferencia con este grupo fue que atrás de la selección mayor había un proceso de trabajo mucho más largo. Sin embargo, aquí, en la selección olímpica éramos todos nuevos y en algunos casos a varios de los jugadores con los que pasamos a compartir equipo los conocía de enfrentarlos en el Uruguayo. Son cosas que pasan en el fútbol y sirven para aprender.

¿Le pesó al equipo jugar con Suárez abucheado permanentemente?
No. Escuchamos los gritos, pero no nos afectaron.

Pero el estadio debería parecer más en contra que nunca.
A veces es bueno que eso suceda porque cuando les ganas los hacés callar, aunque este no fue el caso.

¿Fue difícil entrar al vestuario tras la derrota con Gran Bretaña?
Fue muy largo el camino de la cancha al vestuario, creo que uno de los trayectos más largos que recorrí. Y cuando vi a los muchachos cabeza gacha lo único que quedaba era saludar uno a uno, y pedirles que se quedaran tranquilos y que levantaran la cabeza, porque tenemos mucho por delante. Los mayores les dijimos al resto del grupo que hicimos todo lo que se pudo, pero no alcanzó, y que el resto de los compañeros de la selección mayor mandaron tranquilidad. Con ese mensaje se sintieron mejor todos. 

¿La actuación que tuvo Uruguay en Londres 2012 puede repercutir en la mayor?
Si te quedás con esto en la cabeza te va a afectar un poco, pero hay que sacárselo ya y poner por delante todo lo que viene. Hay que cambiar el tema y pensar en el amistoso con Francia, en el partido con Colombia y en seguir prendido en la tabla de las Eliminatorias.

Del 1 al 10 en el Mundial jugó 10 puntos, en la Copa América…
Me sentí muy bien, no me gusta ponerme puntaje.

¿Y en los Juegos?
Me sentí bien, cómodo, tratando de apoyar a los compañeros.



El Observador.

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