Una sonrisa, un abrazo y hasta un beso es lo que pudieron llevarse los jugadores Enrique Palos y Egidio Arévalo la tarde de hoy, al llevar juguetes y regalos a los niños de la Casa Hogar Ministerios de Amor.
Los jugadores de Tigres tomaron la iniciativa de buscar los juguetes para destinarlos a esos niños que tienen poco, y a la vez dan mucho en la vida. Ambos llegaron hasta las puertas de la Casa Hogar donde fueron recibidos entre aplausos y risas.
“Es muy poco lo que podemos darles, pero hoy queríamos que supieran que somos muchos los que queremos ayudarlos”, les dijo Arévalo a los niños, que con ciertas miradas de incredulidad observaban a los jugadores.
“Los regalos no traen escudo, así que no importa si le van a Tigres o no, hoy queremos que sean más niños que nunca”, añadió Palos, mientras una pequeña de la Casa Hogar lo tomaba de la mano.
Ministerios de Amor es una organización que apoya a niños de diferentes partes de Nuevo León y el norte del país a no sufrir de abandono, hambre o falta de educación.
Es por eso que tanto Palos como Egidio escogieron ese lugar para llevar la alegría que nunca debe de faltar en cada niño mexicano.
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